Sea lo que sea que estemos haciendo, siempre vamos a encontrar algo de lo que quejarnos, ‘’siempre llueve cuando voy a salir’’, ‘’que calor hace’’, ‘’tengo cosas que hacer y no puedo descansar’’, aunque muchas veces puedan parecer absurdas, las quejas tienen la función de ayudarnos a gestionar de una manera mejor nuestras emociones.
Las quejas es la mayor prueba de poner en palabras aquello que estamos sintiendo, originadas principalmente por situaciones que nos producen angustia, malestar o rechazo, siendo una respuesta a la necesidad de expresar una emoción y no guardárnosla.
Desahogo del día a día
Quejarnos constantemente sirve como una forma de desahogo, expresando nuestras emociones y pensamientos negativos para luego buscar una solución. Se dice que la queja no cumple ningún fin si después de ella no planteamos alguna acción para corregir aquello que nos está molestando, por lo que la queja no sirve de nada si nos quejamos de cosas que no dependen de nosotros.
Compartir nuestras quejas con otras personas también sirve para recibir apoyo de los demás, fortaleciendo nuestras relaciones interpersonales ya que hace que nos sintamos menos aislados o podamos obtener otro punto de vista para evaluar si nuestras percepciones de las cosas son las correctas.
La queja además puede servir como llamada de atención acerca de una conducta que nos molesta y conducir a un cambio en el entorno o a una mejora en la relación con alguien más. Sin embargo, por mucho que la queja pueda ayudarnos, quejarnos excesivamente de las cosas puede ser perjudicial.
El peligro de la queja constante
De acuerdo con la psicoanalista Mayte Herrera, la ‘’espiral continua de las quejas en vez de cumplir la función del desahogo y buscar la acción, lo que realmente hace es paralizar a la persona y bajar su vitalidad’’. Esto además centra a las personas solo en lo negativo de su vida, cuando muchas veces es más lo positivo.
“Si nos centramos solo en la queja atraeremos a nuestra vida solo lo negativo, porque es en lo que estamos concentrados. Tendemos a fijarnos en aquello que confirma nuestras creencias. Si es eso en lo que nos fijamos, eso es lo que tendremos”, dijo la profesional.
¿Y tú cuantas veces te quejas al día?