Seguro te ha pasado que cuando te sacas un ‘’selfie’’ automáticamente no estás conforme como te ves en la foto, por lo que recurres a tomarte otra y otra y otra... hasta llegar a esa foto perfecta. Sin embargo, aunque muchas puedan pensar en que no se ven bien ese momento, el problema principal está en la distorsión de la imagen.
Para entender este, hay que entender que las fotos tomadas con la cámara frontal de nuestro smartphone no funcionan como espejos. Las ‘’selfies’’ en su mayoría están completamente distorsionadas, especialmente cuando se trata de nuestra nariz.
El problema es la cámara
Según varios estudios sobre el funcionamiento de las cámaras frontales, las selfies hacen que nuestra nariz parezca más ancha y gruesa cuando en realidad no lo es, lo que choca con la preferencia de la gente a narices que sean más pequeñas.
Investigadores analizaron que las selfies tomadas a 30 centímetros de distancia, una distancia común para alguien que se toma una imagen de estas características sin la ayuda de un palo. En una fotografía tomada desde esa distancia, la nariz de los hombres parece un 30% más ancha de lo que realmente es y la de las mujeres un 29% más.
En cambio, una foto tomada desde la distancia estándar de un metro y medio no presenta ninguna distorsión perceptible.
Expertos recomiendan que no hay que tomar en cuenta las selfies o la cámara frontal de nuestro teléfono para evaluar nuestra apariencia actual, pues muchas veces es una percepción que no muestra de manera real el cómo nos vemos.