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¿Por qué los gatos odian el agua?
¿Por qué los gatos odian el agua?
Todos alguna vez hemos escuchado o visto que a los gatos no les agrada para nada el agua. Basta con que les caiga una gota y se pongan todos histéricos y apunta de atacar, por lo que para muchos dueños bañarlos es toda tortura.

Si bien durante muchos años se ha conocido el eterno conflicto entre los felinos y el agua, seguro no te has parado a pensar que es lo que les ocasiona ese tremendo odio.

Primeramente, el agua genera reacciones en los gatos, cambiando totalmente su temperatura corporal y una sensación totalmente extraña en su piel, por lo que aquí se justifica su rechazo total al agua.

Origen desértico

Sin embargo, a los gatos no les gusta el agua por su origen y procedencia, pues la mayoría de ellos vienen del Medio Oriente, un lugar lleno de desiertos donde el acceso el agua era escaso. Debido a que en pocas ocasiones llegaban a tener acercamientos con el agua, comenzaron a desconfiar de este elemento por su extrañeza y desconocimiento.

Aunque cuando comenzaron a domesticarse los gatos ya tenían mayor acceso al agua, nunca se les predispuso hacer uso de ella para limpiarse, pues los felinos disponen de un tipo de saliva que elimina la grasa, deshaciéndose de la posible suciedad de su cuerpo sin la necesidad del agua.

Los gatos disfrutan de jugar con el agua

Por otra parte, eso no implica negar que a los gatos les gusta el agua y que no puedan disfrutar de la sensación de interactuar con ella, sobre todo, en términos de entretenimiento y juego.

De hecho, la mayoría de los gatos suelen ser excelentes nadadores, y muchos de ellos disfrutan de pasar la mayoría del tiempo nadando en la bañera de sus dueños, o chapotear en los charcos de agua.

Las razas más predispuestas a jugar con el agua son los gatos Bengala, los Main Coon y el Van Turco que es apodado originalmente como ‘’el gran nadador’’.