Seguro te ha pasado que al momento de estar en la regadera se te ocurren un montón de grandes ideas millonarias y de todo tipo. Incluso, muchas personas al momento de no saber que hacer ante un problema, recurren a darse un baño para aclarar su mente.
Y aunque pueda parecer un simple mito, la ciencia ha encontrado que tomar una ducha realmente nos ayuda a encontrar ideas. Según un estudio, al momento de estarnos bañando nuestro cerebro comienza a divagar, lo que hace que la creatividad comience a fluir.
Mente errante
Esto ocurre, debido a que bañarnos es una actividad ‘’poco exigente’’, por lo que nuestro cerebro se pone en ‘’modo automático’’, lo que hace que tengamos una ‘’mente errante’’, dando lugar a grandes ideas.
Al momento de estar atascados en un problema, lo mejor es hacer cosas que nos mantengan ocupados, pero que no signifiquen un esfuerzo demasiado grande. Salir a caminar, hacer jardinería o tomar una ducha, son acciones que nos hacen tener esa lluvia de ideas y despejan nuestra mente.
Equlibrio de pensamientos
Según los expertos, la generación de ideas creativas requiere un equilibrio entre el pensamiento lineal y centrado (que limita la originalidad) y las asociaciones aleatorias e ilimitadas (que rara vez son útiles).
Actividades como caminar o bañarse pueden ayudarnos a lograr este equilibrio al permitir que la mente divague mientras que al mismo tiempo hacemos una actividad atractiva, como ver un paisaje mientras caminamos o sentir el agua correr por nuestro cuerpo.
¿Sientes que no encuentras solución a un problema? Quizá te haga falta un buen baño.