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¿Por qué la soltería es buena para las personas?
¿Por qué la soltería es buena para las personas?
A todos alguna vez nos ha tocado estar en una reunión y que algún familiar rápidamente te pregunte si ya tienes pareja. Si bien para algunos la soltería es sinónimo de libertad, existen muchas personas que ven la soltería como algo malo.

Esto se debe a la constante presión social de que tienes que encontrar a tu compañero o compañera para disfrutar de una vida completa. Muchos psicólogos han dicho que estar soltero afecta mucho a la autoestima de la mayoría de las personas, debido que la idea de tener pareja está muy arraigada en la sociedad.

La razón por la que relacionamos a la soltería como algo malo, es debido a que damos por hecho que se trata de una persona solitaria, y que no tiene con quien compartir su tiempo. Sin embargo, aun estando soltero o soltera, muchas personas cuentan con amigos y familiares con los cuales interactuar, que igualmente cubren esta necesidad social.

La soltería ayuda a reconectar con nosotros mismos

Incluso, se dice que las personas solteras tienen una mayor oportunidad de reconectar con ellas mismas, siendo vital para el desarrollo personal y emocional, ya que el tiempo en soledad favorece la reflexión y el autoconocimiento.

Cuando se forma parte de una relación es sencillo repetir las mismas rutinas y comportamientos, es decir, acomodarse. En cambio, la soltería permite una mayor flexibilidad y libertad en este sentido, así como la posibilidad de explorar cosas nuevas y alejarse de la zona de confort.

Aunque claramente esto también se pueden hacer en pareja, necesita haber un entendimiento de ambas partes, pues si no existe un acuerdo mutuo será difícil entablar nuevos cambios, algo que no se ocupa hacer durante la soltería.

Sea como sea, expertos recomiendan que debemos empezar a ver el tiempo de soltería como otra etapa más de la vida, y no apresurarla de forma obligatoria por ya no querer ser el soltero o soltera de la familia o de nuestro grupo de amigos, sino esperar a encontrar a esa persona especial de forma natural.