Tomar decisiones es una de las tareas más difíciles para muchas personas, pues entran en juego diversos factores que pueden afectar para encontrar la decisión correcta, sobre todo cuando se encuentran bajo presión.
Según expertos en estrategia empresarial, el principal error en la toma de decisiones es que las personas normalmente tardan demasiado en actuar, por lo que suelen responder hasta el último minuto.
A pesar de que este tipo de escenarios necesitan de un líder con actitud decidida, la presión puede afectar a cualquiera, sea un estudiante o trabajador, haciendo que la toma de decisiones muchas veces no sea la correcta.
Cómo manejar la presión
Lo que se recomienda en estos casos es dejar el impulso de ''seguir tu instinto'', pues suele implicar que no se escuchen diferentes opiniones que puedan prevenir ciertos riesgos que en un principio no se toman en cuenta.
De igual forma, apuntar las ventajas y desventajas de cada una de las decisiones o posibilidades ayuda a estar preparado dejando de lado la presión del momento.
En momentos de crisis o malestar, a veces las reglas de juego normales no sirven, por lo que adaptarse y seguir otros patrones diferentes podría ayudar a encontrar una solución que al principio no se tenía en cuenta.
La mejor forma de tomar decisiones es dejar la presión de lado y tener las ideas claras.