Si pensamos en el baloncesto, rápidamente se nos viene a la mente el icónico balón de naranja con el que se juega este deporte, pero en un principio no era de este color.
Cuando James Naismith inventó el basquetbol en el año de 1891, los jugadores tenían que usar pelotas de fútbol en sus partidos, hasta que pidió a Albert Goodwill Spalding, fundador de la empresa experta en balones, que desarrollara el primer balón oficial de baloncesto.
Fue en 1894 cuando la empresa presentó el primer balón especial para jugar a este deporte, siendo de color marrón. Hasta la década de los años 50, la mayoría de pelotas de basquetbol estaban hechas de cuero marrón.
Cambio de color
Todo cambio cuando Tony Hinkle, ex jugador y entrenador de baloncesto, indicó que el color oscuro de la pelota hacía que fuera difícil de ver para los deportistas y también para los espectadores.
Con esto en mente, en 1957 se empezó a crear un rediseño del balón de basquet, siendo elegido el color naranja por razones de visibilidad, y fue en 1958 cuando se usó este nuevo balón por primera vez en una competición de basquetbol oficial en Estados Unidos.
Con el paso del tiempo, el color del balón de basquetbol fue cambiando a diferentes colores, pero sin duda alguna el más reconocible es el balón de color naranja.