Los conflictos con otras personas están presentes en diversos ámbitos de la vida. Ya sea en el trabajo, con la familia o amigos o con la pareja, en algún momento se presentarán discusiones en mayor o menor medida. Siempre discutimos para alcanzar un acuerdo en lo que consideramos justo, siendo un conflicto que no siempre tiene porque ser agresivo.
Es por esto que los expertos señalan que discutir en una relación es algo saludable y muchas veces inevitable. Una pareja se compone de dos personas con sus valores, ideas y experiencias diferentes, por lo que a la hora de tomar decisiones es normal que haya desacuerdos entre ambas partes.
Lo importante es entender que una cosa es discutir, en términos de dialogar y negociar de manera respetuosa y responsable, y otra es afrontar esos desacuerdos desde la manipulación, dejando de lado la empatía y sin tener cuidado en lastimar al otro.
Fortaleza en la relación
Si se hace de manera correcta, discutir en pareja o tener conflictos no es indicativo de una mala relación ni plantea que ambos estén en malos términos, pues lejos de deteriorar la relación, lo que hace es fortalecerla.
Al resolver diversas situaciones en equipo hará que aumente la intimidad, confianza y admiración muta en pareja, aún cuando sean resueltas con opiniones totalmente diferentes.
Para enfrentar los conflictos en pareja, lo mejor es buscar el momento y lugar adecuados para lograr una conversación sin apresuramientos e interrupciones, lo que ayuda a lograr que una discusión sea realmente productiva.
La realidad de la gran mayoría de las parejas es que cuando discuten sin resolver los conflictos, se alejan el uno del otro porque es muy complicado estar con alguien a nivel íntimo cuando hemos discutido y nos hemos quedado con el dolor y la sensación de no haber avanzado en la solución de una tensión.
¿Quieres tener una relación sana? Lo mejor es discutir los problemas de manera empática y eficaz.