Aunque muchos esperan el momento de dormir, al momento de querer conciliar el sueño nos ponemos a pensar en todo tipo de cosas. Ya sea pensar en los planes de mañana o repitiendo momentos vergonzosos que pasaron hace mucho tiempo, parece ser que los pensamientos no se detienen justo antes de ir a dormir.
Si bien en un principio puedan parecer pensamientos vagos, se ha comprobado que las personas que duermen bien y tienen una gran calidad de sueño, tienen pensamientos positivos antes de ir a dormir.
Preocuparnos, planificar o pensar en cosas más importantes suele traer problemas de insomnio a la hora de acostarse, pues prestamos más atención a otros problemas que a la propia actividad de dormir.
Tener toda esta actividad mental previa al momento de acostarse puede evitar que te quedes dormido. Incluso, tener niveles moderados de estrés a la hora de acostarse puede afectar al sueño de esa noche.
Reenfoque cognitivo
La buena noticia es que hay técnicas que se pueden usar para cambiar el estilo y el contenido de los pensamientos antes de dormir, y se conocen como ''reenfoque cognitivo''.
Esta práctica consiste en distraerte con pensamientos placenteros antes de acostarse, pensando en un escenario que no sea demasiado interesante. Para esto tenemos que pensar en algo que mantenga nuestra atención sin que nos cause una exaltación física o emocional.
Por ejemplo, si te gusta decorar tu casa puedes imaginarte rediseñando algún cuarto. Si eres fan de la música puedes recitar mentalmente la letra de tu canción favorita. Si eres amante de algún deporte puedes repetir la parte de algún partido, la actividad dependerá de los gustos y aficiones de cada persona.
Aunque son muchos factores los que afectan a la hora de tener un buen sueño, uno de los más importantes es estar serenos a la hora de dormir, por lo que probablemente te ayude practicar el ''enfoque cognitivo''.