No puedes controlarlo, sea donde sea que estés al escuchar una canción movida tu cuerpo comienza a seguir al ritmo de manera inconsciente, y que pareciera que cierta música tiene la clave para ponernos a bailar.
Pero ¿Por qué nuestro cerebro está diseñado para seguir ciertos ritmos y canciones?
El sincronizar nuestros movimiento con un ritmo externo es algo instintivo, tanto así que los bebés a los tres meses de vida ya presentan está capacidad innata de ''sentir el ritmo'' y mover su cuerpo.
Tanto cuando vemos a otras personas bailar como cuando nos exponemos a ciertos tipos de música, se desencadena en nuestro cerebro una respuesta que nos incita a ponernos en movimiento.
Ciertos estilos musicales y determinadas canciones tienen características sonoras que desencadenan en nosotros una respuesta agradable, activando nuestra corteza auditiva y empujándonos a bailar.
Sigue el ''groove''
Esta sensación es aquello que se conoce como el ''groove'', que si nos dejamos llevar por la música, pondremos en marcha todo el sistema control motor, incluyendo aquellas regiones que han aprendido movimientos o coreografías en el pasado.
Los científicos concluyen que todo este sistema en cadena se ve potenciado por el propio baile, lo que propicia que sigamos sintiendo placer por el hecho de bailar y queramos continuar haciéndolo.
Aunque en un principio pueda parecer que el baile es una actividad que no trae ningún beneficio significativo para las personas, hay evidencias de que bailar cumple importantes funciones cognitivas y de comportamiento.
Por ejemplo, nos hace procesar experiencias emocionales y regula nuestro estado de ánimo, permitiéndonos entrar en un estado de atención denominado ''flow'', donde conectamos con otras personas al momento de bailar o de ver a otros bailando.
El bailar nos ayuda en los procesos de selección sexual y construcción de intimidad, mejorando así la cohesión social y la confianza, lo que ayudaría a formar nuestros grupos sociales de amigos o bien una relación de pareja.
Sea como sea, está claro que el baile y el ritmo han estado dentro de los humanos desde hace muchos años, siendo una forma más de expresarnos y convivir en sociedad.