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Por qué duele que nos ''rompan el corazón''
Por qué duele que nos ''rompan el corazón''

Aunque en este 14 de febrero todos busquemos dar y recibir amor, está de más decir que todos en algún momento hemos sentido el ''corazon roto'', un dolor que se presenta cuando existe un abandono, un dolor que aunque se pueda tomar como una exageración es real.

Cuando sufrimos algún tipo de ruptura afectiva, especialmente de tipo romántica, nuestro cuerpo activa una serie de mecanismos que provocan el mismo efecto que un dolor físico.

Cuando sentimos que nos rompen el corazón experimentamos dos fenómenos en el cuerpo: una actividad hormonal inusual e intensa y un desequilibrio en el sistema nervioso.

Todo esto produce alteraciones en el funcionamiento del corazón que a menudo provocan síntomas de dolor físico. Este dolor es tan real que incluso tiene nombre médico: miocardiopatía de takotsubo, conocida popularmente como el ''síndrome del corazón roto''.

Desde hace muchos años, decir que tenemos el corazón roto es una forma metáforica de referirse a algún tipo de dolor emocional por la pérdida de alguien, sea porque ha fallecido o porque la relación se ha roto.

Corazón estresado y desequilibrado

La pérdida repentina de una conexión que era importante para nosotros hace aumentar la producción de cortisol, una hormona que se libera en situaciones de estrés, lo que provoca un aumento de la actividad cardíaca y la constricción de los vasos sanguíneos, siendo esta la razón por la que sentimos que nos duele el pecho.

Además, nuestro sistema nervioso también se ve afectado. Este consta de dos divisiones: el sistema nervioso simpático, que aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y el parasimpático, que las reduce.

Aunque estas dos funciones generalmente se activan por separado para regular un desequilibrio en nuestro cuerpo, cuando sufrimos una ruptura comienzan a funcionar simultáneamente, lo que hace que nuestro sistema nervioso esté recibiendo mensajes opuestos que intentan regularse mutuamente sin que ninguno de los se calme.

Como consecuencia, la actividad eléctrica del corazón se desequilibra, resultando en un dolor similar al de un infarto aunque a menor escala. Esto también afecta a otras partes del cuerpo ricas en terminaciones nerviosas, por lo que también llegamos a sentir fatiga y dolor.

Con todo esto podemos decir que ''tener el corazón roto'' no es una exageración, sino un dolor, que si bien puede curarse con el paso del tiempo, afecta de manera directa a nuestro cuerpo.