Si bien la mayoría de personas conocen en su mayoría las partes del cuerpo, al menos las más importantes, existe un órgano que es muy poco conocido y tiene una función clave para el funcionamiento del cuerpo.
El sóleo se sitúa en la parte baja y trasera de la pantorrilla, teniendo la tarea de no solo mantenernos erguidos, sino que también contiene dos venas importantes en su interior que juegan un papel importante en la circulación sanguínea.
Es por esto que muchos expertos de la salud lo han definido como un ''segundo corazón'' por su composición. Este órgano es muy grande y tiene mucha masa muscular, compuesto principalmente de tejido muscular puro y no tanto de tejido conectivo como en otros músculos.
Importancia del sóleo
El sóleo, como músculo estructural que nos ayuda a mantenernos erguidos, tiene una gran composición de tejido de contracción lenta, algo que lo hace capaz de generar grandes cantidades de energía sin fatigarse tanto, por lo que es esencial para cualquier actividad que se haga de pie o caminando.
Además, el sóleo tiene la función particular de ayudar al corazón en su trabajo de bombear la sangre alrededor del cuerpo, teniendo unas grandes vendas dentro de su composición.
Como la gravedad hace que la sangre se acumule en tus pantorrillas, tobillos y pies, las venas del sóleo se comprimen cuando el músculo se contrae, haciendo que las venas se vacíen y envíen ese fluido de vuelta al corazón.
Básicamente, con cada paso que das estás impulsando la sangre que está en tus piernas de vuelta al corazón. Este sistema, que además incluye varias venas del pie y de los músculos gemelos, se conoce como la bomba poplítea.
La mejor manera de mantener al sóleo con buena salud es evitar el sedentarismo, mantenernos en movimiento de pie, sin embargo, también necesitamos evitar la sobreexposición con trabajos de fuerza que sean pesados.
Ahora ya sabes dónde se encuentre el sóleo, nuestro ''segundo corazón''.