Seguro cuando saludas a tus abuelos o pasas cerca de una persona mayor puedes percatarte de su "olor a viejito", un olor que aunque suene extraño, de verdad existe.
Sin embargo, este olor no tiene nada que ver con la higiene de cada persona ni es cuestión de prejuicios hacia los ancianos, pues este peculiar olor tiene una explicación científica.
Este olor se da por la 2-nonenal, una sustancia que se genera por la oxidación de los ácidos grasos de la barrera lipídica de las células.
A partir de los 30
Según expertos en medicina este olor comienza a ocurrir a partir de los 30 años, pero se va intensificando con el paso del tiempo, hasta llegar a oler a ese característico olor a viejito a la tercera edad.
El olor a viejo de cada individuo será distinto a medida que se hace mayor. El factor común es que, por lo general, es un olor algo rancio, como el aceite en mal estado.
La oxidación celular es un proceso totalmente normal en nuestro organismo. Se produce cuando, por ciertos motivos, un átomo pierde un electrón de su última capa y, para recuperarlo, lo roba a cualquier molécula cercana.
Por eso, nuestras propias células producen sustancias antioxidantes que compensan el efecto de la oxidación.
La pérdida de antioxidantes empieza a darse a partir de los 30 años. En ese punto, también producimos más lípidos. Eso supone una mayor liberación de 2-nonenal, responsable del olor a anciano.
Este olor, por lo general, no será evidente a los 30 años, pero con el paso del tiempo sí que puede detectarse con más facilidad.
Por lo tanto, recuerda que el olor a viejito no tiene nada que ver con la higiene. Además, los perfumes no lo tapan por completo, de manera que llega un momento en el que es inevitable que esté presente.