#MundoRaro
¿A qué edad envejecemos? Todo depende de la percepción
¿A qué edad envejecemos? Todo depende de la percepción

La percepción de la vejez va cambiando a médida que crecemos. Cuando éramos pequeños, sentíamos que nuestros abuelos eran viejos a los 60 años, pero, cuando nuestros padres cumplen los 60, ya no nos parecen tan mayores.

De igual forma, a médida que crecemos pasamos de ver a los veinteañeros como personas superadultas, pero al momento de serlo sentímos que estamos en nuestra plena juventud y nos falta mucho por aprender.

Es por esto que un grupo de científicos quisieron analizar cómo varía la percepción de la vejez en las personas, tomando en cuenta como una generación percibe a otra y cómo el paso del tiempo afecta a la percepción de una misma persona.

En este estudio participaron 14.000 personas con años de nacimiento comprendidos entre 1911 y 1974, a los que se les hizo un seguimiento durante 25 años. De este modo, al principio los más jóvenes tenían 40 años y finalmente los mayores pasaban de los 100.

Las personas nacidas en 1911 a las que se les preguntó en su 65 cumpleaños calcularon, como media, que alguien es viejo a partir de los 71. En cambio, para los participantes de 65 años que habían nacido en 1956 esa edad media era de 74 años.

Esperanza de vida

La esperanza de vida se ha elevado muchísimo en un gran número de países. Pero no solo vivimos más años, sino que también lo hacemos con una mayor calidad de vida. En el pasado, alguien de 30 años podía parecer ya viejo, mientras que hoy en día esa edad es considerada la flor de la vida.

Si nos quedamos con el cómo nos vemos a nosotros mismos y a los demás, está claro que las apariencias han cambiado mucho en los últimos años. Eso sí, según este nuevo estudio, el aumento en la percepción de vejez se ha ralentizado en los últimos años, por lo que cada vez hay menos diferencias.

En conclusión, ya hemos comprendido por qué cada vez vemos más jóvenes a quienes antes nos parecían unos viejos. En parte porque nos vamos acercando y no lo queremos pensar y en parte porque nuestro aspecto mejora a la vez que lo hace la esperanza de vida.