Todos hemos conocido a una persona que por más que pasen los años sigue clavada con su primer amor. Y aunque pueda parecer una exageración, la ciencia explica que este comportamiento es una sensación común y que todos alguna vez la hemos experimentado, en menor o mayor medida.
El tener una relación con alguien cercano, sobre todo si es la primera, genera una nueva experiencia que da otro sentido a la vida, ocasionando que los recuerdos se queden en el hipocampo, zona del cerebro encargada de nuestras emociones y donde se dice que nace el amor.
Sensaciones importantes
Es así que las sensaciones de placer y felicidad quedan grabadas en el hipocampo, junto con las sensaciones, lugares y nostalgia, pues el cerebro tiende a quedarse con lo altamente emocional, sensaciones que refuerzan el amor.
Durante el enamoramiento el cerebro libera hormonas como la serotonina, dopamina y oxitocina, encargadas de la felicidad y conexión con las personas. Es por ello que el primer amor suele sentirse más fuerte, ya que se incrementan éstas porque existen niveles altos de recompensa, e incluso dolor.
Tomando en cuenta todo esto, cuando terminamos esa relación, la ausencia de la persona provoca un síndrome de abstinencia en el cuerpo, el cual estaba acostumbrado a una cantidad de dopamina que ahora no genera.
Es así que los expertos afirman que el primer amor es una experiencia inolvidable que se convierte en un referente para reflexionar sobre lo que queremos en el futuro con otras relaciones.
Además, en la adolescencia, etapa donde generalmente las personas empiezan a vincularse con otras, el cerebro está en su mejor momento para registrar información e incrustar recuerdos más vividos
Ahora, ya puedes entender más al amigo o amiga que no desaprovecha cualquier oportunidad para volver a hablar de su ex.