Sin duda alguna, una situación familiar para muchos padres es que sus hijos pidan ver la misma película una y otra vez, incluso sin importar si acaba de terminar.
Y eso pasa incluso a la hora de dormir, cuando al estar en la cama piden que les leas el mismo cuento que ya le has contado cientos de veces.
Aunque ese interés profundo y repetitivo pueda resultar cansado para algunos, en realidad esa repetición tiene grandes beneficios para el aprendizaje.
Se trata de un fenómeno del cerebro conocido como ''aprendizaje estadístico'', que habla de cómo los niños son muy sensibles a la aparición de regularidades y patrones en su vida.
Curiosamente, los bebés son especialmente hábiles para comprender ciertos tipos de material, como la probabilidad de que se produzcan determinados sonidos en las palabras que les dirigimos, pero para esto necesitan muchos ejemplos para detectar regularidades.
Por eso, cuando los niños pequeños vuelven a ver el mismo programa animado o la misma película lo que están haciendo, aunque no lo sepan, es consolidar los patrones de lo que están viendo, oyendo o leyendo.
En todos los lenguajes, los sonidos incluidos en las palabras tienden a seguir ciertos patrones, por lo que escuchar las mismas palabras una y otra vez en sus películas o caricaturas favoritas, favorece ampliamente su aprendizaje.
Además, la repetición también es beneficiosa para las emociones de los niños, teniendo un ''efecto de bienestar'', es por eso que de grandes nos acordamos con cariño de esas películas o caricaturas de nuestra infancia, formando incluso parte de nuestra zona de confort.
Así que sí, si te toca ver por milésima vez esa película o caricatura, recuerda que es una práctica beneficiosa para tus hijos.